24 marzo 2007

¿Que está pasando en Salamanca?

Vamos a hacer un poco de ciencia ficción: ¿se imaginan ustedes a un organista español ceritifcando y comprobando una restauración de un órgano Cavaillé-Coll en Francia?

Ahora, realidad pura y dura: ¿es posible que un organista francés certifique una importante restauración de un órgano ibérico? Sí, en Castilla y León, y más concretamente, en Salamanca. Las obras de restauración del órgano barroco ibérico de Echeverría en la Catedral Nueva, realizada por Joaquín Lois, van a ser verificadas por el organista francés Eric Brottier.

Eric Brottier es un organista que después de sus estudios de ingeniería estudió órgano entre 1985 y 1990 con Bernard Coudurier, Michel Chapuis y Jean Boyer. Debido a su doble condición, el Ministerio de Cultura francés le ha nombrado asesor técnico para la conservación de campanas y carillones, luego para la conservación de órganos. Está encargado del mantenimiento del órgano histórico de la iglesia de Juvigny (Marne). Es también un carillonista con mucha fama en Europa. Que me perdonen, pero no encuentro en su currículo ninguna referencia a su relación con el órgano barroco ibérico.

¿Es que la Junta de Castilla y León considera que los especialistas españoles en órgano ibérico, que además en su región son numerosos, no poseen profundos conocimientos para realizar tal tarea? Muchas restauraciones y rehabilitaciones se han hecho en esta región con claridad de criterio, buen asesoramiento técnico, buena realización, y todas llevadas a cabo por estos profesionales, ahora no válidos para la Junta. Con esta actuación, la Junta de Castilla y León desprecia y hace el vacío a los organistas españoles.

¿No sucederá que si el apellido es francés o extranjero da más categoría a la obra y a quien la financia? ¿Hay algún francés muy bien relacionado e introducido en las altas esferas que influye en favor de profesionales de su país? ¿Se puede tolerar tal conducta?

Así nos va. Ya es hora de hablar claro.